La Taxoplasmosis y el Embarazo
Embarazada y con gato. Ahora QUÉ?
Tener un gato en casa no está contraindicado ni durante el embarazo ni en la convivencia con el bebé, ya que aportan muchas cosas tanto a la madre como al niño. Sin embargo sí existe cierto temor a contraer toxoplasmosis, una enfermedad peligrosa para el feto; en este artículo os damos unos simples consejos para evitar contraer esta enfermedad.
¿Sabias que el 13% de los abandonos de gatos en España al año son debidos al nacimiento de un hijo?
Cuando una mujer espera un hijo, sobre todo si se estrena como madre, son muchas las dudas que asaltan su cabeza. Y, con un gato en casa, una de ellas es la preocupación por contraer la toxoplasmosis. No obstante, estudios al respecto demuestran que las probabilidades de que un felino doméstico y controlado desde el punto de vista sanitario contagie la toxoplasmosis a una persona son reducidas y, en algunos casos, nulas. Asimismo, un felino que no está infectado por el parásito que provoca la enfermedad no transmitirá la toxoplasmosis a una mujer en estado ni a cualquier otra persona.
¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una enfermedad producida por un parásito (T. gondii) que se puede contraer por varias vías: la ingestión de fruta y verdura lavada de manera inadecuada, a través de la carne cruda y de embutidos sin cocer y a través de las heces de otros gatos infectado. Los síntomas de la toxoplasmosis son similares a la gripe, como fiebre o malestar general.
PAUTAS PARA MUJERES EMBARAZADAS CON GATOS
Una vez que el test de embarazo da positivo a una mujer que comparte su vida con un felino, conviene dar los siguientes pasos:
Acudir al ginecólogo para llevar a cabo un análisis de sangre que determine si está inmunizada contra la toxoplasmosis o, por el contrario, si carece de anticuerpos frente a la enfermedad y es susceptible de contraerla.
Solicitar al veterinario una prueba que determine si el gato está infectado por el parásito que produce la toxoplasmosis. Los felinos que siempre se alimentan con pienso y están controlados desde el punto de vista sanitario no suelen estar infectados y, por lo tanto, no pueden contagiar la enfermedad a la mujer gestante. Cuidados a tener en cuenta para evitar la toxoplasmosis
Estos son algunos consejos a tener en cuenta para evitar infectarse:
- Alimentar al gato con pienso, si toman otros alimentos estos deben estar bien cocinados.
- En el caso de que el gato tenga acceso al aire libre o si no se confía en que esté libre de la enfermedad, la embarazada puede realizarse el test de la toxoplasmosis; al gato también se le pueden hacer las pruebas.
- El arenero del gato se debe limpiar siempre con guantes, lavandose las manos después. También se puede pedir a otra persona que lo haga, aunque con estas precauciones no debería haber ningún problema.
- Más que a causa del gato, la toxoplasmosis se contagia entre los humanos a través de la verdura mal lavada, la carne poco cocinada y los embutidos, por lo que se debe tener cuidado con la higiene de estos alimentos y cocinarlos bien.
- Si se trabaja la tierra, en un jardín por ejemplo, extremar las precauciones llevando siempre guantes y lavándose bien las manos al terminar para evitar posibles infecciones.
Con estos simples cuidados no debería haber ningún riesgo de contagio de esta enfermedad. Normalmente cuando se contrae esta enfermedad se suele culpar al gato, pero como hemos explicado, con un cuidado básico a la hora de limpiar su arenero es muy poco posible que sea el causante de la enfermedad, siendo mucho más probable que lo hayan causado algunos alimentos que se hayan consumido.
Aunque es posible que se escuchen historias falsas o exageradas sobre los riesgos de contraer la toxoplasmosis a causa del gato, es perfectamente viable llevar a cabo un feliz embarazo sin tener que desprenderse del animal. Las mascotas también forman parte de la familia, por lo que antes de tomar una decisión radical se debe buscar y contrastar información.
Además, los gatos pueden aportar mucho al embarazo, ya que son criaturas protectoras del hogar que sienten cuando su dueña está embarazada, pueden incluso dormir sobre su barriga o frotarse contra ella ronroneando. También es algo beneficioso para el bebé, ya que los niños que se crían con animales son más sociales y felices.
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